Villeros al ataque
Sebastián Antico es el director de El nexo, su
ópera prima. La película llega finalmente a estrenarse tras unas cuantas
dificultades en cuanto a la subvención para ser lanzada. Luego de varios años
emerge a las salas del cine Gaumont, donde se reproducen gran variedad de piezas
cinematográficas nacionales. La proyección está basada o encuentra sus orígenes
en un pequeño cuento del fallecido Julio
Arrieta, actor (aquí protagonista) que ha sabido desarrollar talleres de
teatro en la villa 21, en Barracas.
La historia oscila entre lo disparatado de su idea y lo que, por su
cualidad de bizarro, si se permite el término, termina siendo gracioso. Y
precisamente ese es el propósito, el de narrar una fábula que intercale la
comedia con la ciencia ficción. En El
nexo, los habitantes de la villa, con sus bajos recursos, deben enfrentarse
a extraterrestres. Sí, villeros versus alienígenas. Arrieta, líder y obsecuente, prepara a sus vecinos a través de unas
particulares obras teatrales en las que cada uno de sus personajes intentan
seguirle el ritmo. Arrieta es un
artista, hace oídos sordos de cada reto de su mujer, como si fuese un chico. En
su mente no hay lugar para otra cosa que no sea la protección y el ataque hacia
una raza desconocida.
La cinta que dirige Antico
es un producto muy difícil de analizar. Las limitaciones de edición y de todo
aquello que tenga que ver con el apartado técnico (exceptuando una buena
elección de lo que tiene que ver con lo sonoro-musicalización) están muy a la
vista, como era de esperarse. No por ello se percibe compleja de observar, de
hecho cuenta con una apreciable suma de pasajes en donde saca a relucir alguna
que otra sonrisa, principalmente por las salidas cómicas y los dichos de quien
se pone el equipo al hombro, Arrieta.
Los delirios e incluso la firmeza a la hora de recitar un discurso de su
personaje funcionan como el aporte más divertido para el espectador. Lo
acertado es que el film sabe que ese puede ser su fuerte y no intenta acercarse
a lo formal, entonces juega y flota en el desvarío, aunque quizás no lo explote
al máximo para sacarle más el jugo al asunto.
LO MEJOR: la interpretación de Julio Arrieta.
Los pasajes en donde se incita a la comedia. Lo alocado de la propuesta en sí.
LO PEOR: el tramo final se hace un poco largo. Se podría haber apelado aún más
a lo humorístico.
PUNTAJE: 5