lunes, 27 de mayo de 2013

Identity Thief (Ladrona de identidades) - Crítica


En escala decreciente

Seth Gordon, que venía de construir un más que modesto y divertidísimo producto con Horrible Bosses, esta vez mete la pata y le pifia feo en este intento de comedia protagonizado por Jason Bateman y Melissa McCarthy.
Ladrona de identidades arranca de manera potente, con buena vibra y sugiriéndonos que presenciaremos una entretenida y graciosa película, pero a medida que pasan los minutos ese esperanzador comienzo se va haciendo trizas a la par de la historia y los descabellados acontecimientos que les van ocurriendo a los personajes principales.
McCarthy es una compradora compulsiva, y en esta oportunidad, estafa a Bateman robándole su identidad desde una punta a otra de la ciudad, valiéndose del crédito ilimitado de su tarjeta. Lleva a cabo la operación aprovechando el nombre “unisex” del protagonista y perjudicado en cuestión: Sandy, a quien la suerte parece darle la espalda progresivamente viéndose implicado en numerosas situaciones irritantes cuando va a buscar a cuya persona le tendió esa trampa.
Quizás lo más destacable radique en la garra que le pone a la narración este dúo actoral y alguna que otra secuencia en donde se da un entrecruce de las figuras que participan. Pero todo lo que sobra se tira de cabeza hacia lo negativo, dado que falla en la parte de gags, no logra ascender la tensión, decae cada vez más con el pasar del tiempo y, como si fuera poco, se termina apelando a un sentimentalismo barato de nulo compromiso emocional con el espectador que acaba casi insinuándose como una cinta familiar.

LO MEJOR: Bateman y McCarthy, en ese orden.
LO PEOR: no genera risas, la historia cae vertiginosamente en un pozo. La resolución final.

PUNTAJE: 4,6

martes, 7 de mayo de 2013

Películas del Recuerdo - Following (1998)



El primer film de Christopher Nolan

El prestigioso director de El Origen y de la saga de Batman, El Caballero Oscuro debutó con este más que intrigante thriller filmado en blanco y negro y en 16 mm., allá hacia finales de los ´90, con un presupuesto de 6000 dólares.
El relato nos remite a la vida de un joven escritor que en tiempos de casi nula creatividad artística, comienza a seguir azarosamente a personas que concibe como interesantes, de modo de encontrar historias que pueda volcar en sus manuscritos. Pero este carácter “voyeurista” del protagonista lo va envolviendo en circunstancias retorcidas al relacionarse con un indescifrable sujeto llamado Cobb.
Con la utilización de elegantes planos de cámara y la aplicación de un baño de enigma, tanto desde los sucesos como desde una musicalización que acentúa la tensión de las propias situaciones que van aconteciendo, el suspenso crece progresivamente a la par de una narración que avanza con un ritmo atrapante.



Muy fácil de digerir, Following se mete en la piel del espectador automática y espontáneamente y, con apenas 69 minutos de duración, en un abrir y cerrar de ojos ya nos topamos con la escena final. En la cinta se hallan muchos aspectos similares a lo que luego Nolan engendró como Memento, rompiendo con el orden cronológico básico y jugando con las secuencias en el tiempo, enseñándonos en el desenlace y con una vuelta de tuerca excepcional cómo todo se conecta permitiendo así una ingeniosa y brillante resolución.

LO MEJOR: la atmósfera enigmática. La calidad del producto teniendo en cuenta el escaso presupuesto. Los giros, algo en lo que Nolan es un maestro.
LO PEOR: las escenas de lucha (pocas) no están bien montadas.
PUNTAJE: 8

lunes, 6 de mayo de 2013

Bárbara - Crítica



Delicado drama del cine alemán

Bárbara nos sitúa a finales de los ´70, en Alemania Oriental. Allí transcurre la historia de la protagonista en cuestión, encarnada minuciosamente por Nina Hoss, en el papel de una doctora que estuvo presa en Berlín Occidental y, en la actualidad del film, tras su libertad, es removida a un hospital de un pequeño pueblo.
Christian Petzold, responsable de esta fina película de andar sumamente manso y pausado, nos sumerge de una forma tan natural como poco ofensiva en la realidad de la época, a la vez que deja volar y potenciar a esta gran actriz que se muestra en su papel como una mujer fría, retraída y fuerte a la vez. El director sabe cómo enseñarnos hechos duros sin ahondar o rozar siquiera los más mínimos excesos, y esto lo logra con eficientes cortes de escenas y planos inteligentemente utilizados.
Incluso perezosa y de a ratos soporífera por su falta de dinámica, la cinta provoca una suerte de concentración meticulosa en el espectador, teniendo que ver probablemente esto con la calidad técnica y visual de la proyección. De trasfondo una historia de amor que parece ir construyéndose lentamente a base de miradas y de una particular química entre los personajes principales, que si bien no emociona genera algún tipo de movilización o sensación de inquietud en el público.
Difícil de puntuar, Bárbara resulta aceptable especialmente para todo aquel que tenga una buena paciencia para un género al cual suele faltarle ritmo en todo momento.

LO MEJOR: la actuación sobria de Nina Hoss. La calidad del film y la forma de narrar los hechos.
LO PEOR: no parece cambiar de marcha nunca. Da la sensación de que le falta algo para enlazar un poco más al espectador.
PUNTAJE: 6

domingo, 5 de mayo de 2013

Jack Reacher - Crítica



Una fusión de varios géneros con el carisma de Tom Cruise

Jack Reacher comienza con todo. El relato no da tregua mostrándonos a un francotirador realizando una matanza en serie de personas que simplemente caminaban por la ciudad. Todo esto manipulado por un elegante uso de planos que enriquecen la vista del espectador.
En su desarrollo la película va insinuando que no es una más de las típicas proyecciones de acción en donde el guión no resulta nada enrollado. Aquí los tiros no copan la pantalla todo el tiempo, y unas cuantas buenas dosis de thriller, misterio y algunas acertadas y ocurrentes bocanadas de comedia en determinados diálogos se entremezclan obteniendo un rompecabezas de varios géneros que no encasillan a Reacher como un film común y corriente.
Teniendo a Tom Cruise como protagonista, todo se facilita al montar secuencias en las cuales éste se luce y se gana (como de costumbre) el guiño y la aprobación del público. Prácticamente suprimiendo de su rostro la sonrisa que lo suele caracterizar, el bueno de Tom se torna un tipo de apariciones casi fantasmales, solitario, serio y demoledor ante quien se le plante en su andar. Y además, con un carácter de investigador detallista para resolver un crimen que se muestra enigmático desde los primeros diez minutos de la escena inicial.
Quizás más extensa de lo que se podía presumir en el tráiler, la cinta envuelve a pesar de no contar a cada instancia con un ritmo vertiginoso sino manso. Sin dudas está bien construido y el aporte (de escasa participación pero brillante) de Robert Duvall hacia el tramo final jerarquiza y le da prestigio al relato.

LO MEJOR: Cruise, Duvall, el reparto en general. Buena combinación de géneros. Acertada inclusión de elementos graciosos.
LO PEOR: se podría haber resumido en menor duración.
PUNTAJE: 7,5

miércoles, 1 de mayo de 2013

El cuerpo - Crítica



Un cadáver y mil giros

De los productores de El orfanato y Los ojos de Julia, este thriller psicológico bañado de suspenso sabe cómo conquistar al espectador que gusta de los enigmas que suelen dejar cierto tipo de crímenes.
El cuerpo nos remite a la misteriosa desaparición de un cadáver que se hallaba en la nevera de la morgue. El inspector policíaco (José Coronado) comienza a indagar en el asunto, entrevistando al esposo de la difunta y encontrándolo sumamente sospechoso.
El film, con una ambientación bien oscura como suelen tener los buenos relatos de este género, posee la particularidad de saber atrapar y enlazar al público sin la necesidad de imprimirle secuencias de acción a la historia. De una factura técnica envidiable y con fragmentos en donde priman una buena porción de apetitosos diálogos, la cinta te mantiene todo el tiempo atento y elaborando diversas hipótesis que se van refutando y/o reforzando mientras más detalles se van revelando con el correr de los minutos.
Más allá de lo que concierne al punto visual, el factor supremo y destacado de la película está marcado en los giros. Oriol Paulo, guionista y director de esta obra, acierta en cada una de las vueltas de tuerca que le otorga a la narración, siendo la explicación final la más sorprendente y brillante. Es que en la “ending scene” algo rompe el esquema, el rompecabezas mental que uno imaginaba, generando dos consecuencias: una, de asombro en el espectador, dado la eficacia y genialidad para ocasionar este desvío; la restante, en el film, permitiendo subir su puntaje en el score y subiendo un escalón más en la escalera de sobriedad estructural de la proyección.

LO MEJOR: la atmósfera enigmática, el suspenso. Los giros.
LO PEOR: alguna que otra pequeña y discutible incoherencia en determinadas resoluciones.
PUNTAJE: 8