Negociando con Travers
Saving Mr.
Banks (el título local no termina siendo certero) resulta interesante
por la línea narrativa con la que la propuesta se vuelca en la pantalla. Disney
se publicita a sí misma desplegando un abanico de condimentos que en su
conjunción cierran un producto afable.
La historia trata sobre la
escritora P. L. Travers (Emma Thompson)
y su dura negociación con Walt Disney (Tom
Hanks) respecto de la cesión de derechos para la adaptación a la gran
pantalla de la novela que creó acerca de Mary Poppins. Al bueno de Walter lo
favorece una mala pasada económica de nuestra protagonista y, tras años de
persecuciones e insistencias, la encuentra en sus oficinas a fin de concretar
la producción. Pero Travers porta un carácter difícil de llevar y el asunto se
va tornando cada vez más complicado.
La prolijidad es un aspecto
sumamente destacado en la película. No hay nada que esté fuera de lugar ni de
tiempo, ni tampoco se perciben pasajes de grandes lagunas argumentales. El plato
fuerte se sirve a partir de la enorme actuación de Emma Thompson, cimentando un personaje que irrita por su terquedad
y sus modales tan rígidos como detestables. Es que para Travers no hay peros
que valgan y cada detalle tiene que hacerse como ella lo solicite, con una
puntillosidad prácticamente insoportable. Los secundarios no desentonan (y sí
entonan afinada y simpáticamente unas cuantas melodías pertinentes a la
adecuación musical de Mary Poppins) pero quien también desempeña un trabajo
importante aquí es Tom Hanks, con una
presencia que se siente agradable en cada participación en el relato.
Técnicamente no hay nada que
reprocharle y si bien la dinámica no es de lo mejor, se hace mayormente
entretenida gracias al carácter de los diálogos y de las situaciones que se
acontecen. John Lee Hancock apela
además a unos efectivos flashbacks que nos permiten conocer el pasado de
Travers, su niñez a cargo de un padre animoso con sus hijas pero con un revés
vinculado al alcoholismo. Por medio de esos instantes podemos conectarnos con
el costado afectivo y sentimental de Travers, una persona de apariencia fría y
reticente con una infancia severa.
Saving Mr.
Banks encuentra el equilibrio en lo emotivo: no recae en cursilerías
pero tampoco conmueve a grandes escalas. Se trata de una cinta correctísima,
cuidada y amena que no llega a trascender ni a calar hondo en el espectador.
LO MEJOR: la interpretación de Emma Thompson y Tom Hanks, en ese orden. Bien filmada, se narra de una manera que
convence y agrada.
LO PEOR: no funciona más que como un
producto llevadero.
PUNTAJE: 7
Me gusta mucho tu blog. Tenia gran curiosidad por esta pelicula y tu post me ha animado a verla. Ya te comentare si compartimos opiniones. Un saludo.
ResponderEliminarEva, muchas gracias por tu comentario y tus palabras.
EliminarVeo que tenés un blog, así que me estaré pasando cuando reseñes la peli a ver si coincidimos. Saludos
¡Suena muy bien!
ResponderEliminarSí, es prolijita, no una cosa que digas uuuff, qué película pero amena, agradable.
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