Tras la
decepción que muchos fans se llevaron con la cinta de David Ayer en el 2016,
‘The Suicide Squad’ llega de la mano de James Gunn con un tráiler prometedor y
arrasador estéticamente (algo que también había ocurrido con la obra del
realizador de ‘Fury’).
La
libertad que se le dio aquí a quien estuvo detrás de la cámara en la
entretenidísima y fresca saga de ‘Guardians of the Galaxy’, se recibe con los
brazos abiertos, dado que cualquier cosa puede ocurrir en este festival de
acción desmesurado que salpica la pantalla de sangre a chorros, sin ningún tipo
de tapujos.
Personajes
alocados y con mucho carisma que desfilan durante las dos horas y pico de
duración de esta entrega de DC, en la que Margot Robbie, si bien cumple con
creces, no es eje ni centro de atención absoluto. En este punto fuerte del
film, es fácil empatizar con líderes como Bloodsport (Idris Elba) y Peacemaker
(sorprende John Cena), así como también con personalidades tan variadas como
las de Ratcatcher 2 (Daniela Melchior), Polka-Dot Man (David Dastmalchian) y
King Shark (con la voz del bueno de Sylvester Stallone), entre otros.
Otros de los puntos fuertes de ‘The Suicide Squad’ están en un soundtrack rabioso, en el montaje (principalmente en las escenas de acción, con movimientos de cámara que se ralentizan y se aceleran, dependiendo la situación) y en un laburo artístico que embelesa cada una de las secuencias por su poderío visual.
Puede
que existan unos cuantos chistes zonzos que desentonan (he aquí la
irregularidad para mantener el nivel en cuanto al humor que James Gunn le
imprime a este film) y algunas cuestiones de guion que se limitan únicamente al
ofrecimiento de un concierto pochoclero y rimbombante.
Lo Mejor: la
frescura de los personajes, cada uno de ellos con un carisma que contagia. El
apartado visual y la libertad para los excesos.
Lo Peor: funciona exclusivamente como mero ejercicio de acción
comercial.
Puntaje: 6,8 Alancitos Loquillos sobre 10
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