Purgando un poco más
James DeMonaco tuvo una idea realmente buena y original, desde la teoría, al engendrar
todo lo que rodea a ese peculiar universo de purgadores. El vuelco a la
práctica no resultó tan impactante como lo que prometía y, The Purge, en 2013, terminó dejando en muchos espectadores un sabor
semi amargo, dada la cantidad de resoluciones discutibles y ridículas que se
desentramaron principalmente desde la mitad del film hasta el desenlace. Sin
embargo, los números arrojaron un gran resultado en lo que concierne a la
taquilla, permitiendo que el realizador realice una nueva apuesta con esta
secuela denominada The Purge: Anarchy.
En esta segunda entrega, las cosas parecen ponerse un poco más turbias
y el ojo de la cámara pone más énfasis en lo que acontece en las calles, diferenciándose
del escenario que predominaba en su predecesora, es decir, en la casa una
familia. Allí en las afueras es en donde la acción se lleva a cabo a troche y
moche, algo que nuevamente desde el concepto se presume, cuanto mínimo,
inquietante y tenso. Pero, como si la saga fuese presa de aquella dificultad
para desarrollar con firmeza los eventos a la pantalla, el asunto peca otra vez
por su previsibilidad y por el carácter irrisorio de un gran número de
cuestiones carentes de la fuerza y la rigidez necesarias como para mantener la
expectación.
DeMonaco innova un poco y sazona la narración al añadir personajes cuyas
historias se entrecrucen, ya sean de un flanco o de otro. Purgadores que
quieren limpiar sus almas, por venganza, por gusto, por ira contenida, por
convicciones; a estos se le suman personas que por razones del destino (e
inverosímiles) no tenían interés alguno en participar pero quedan atrapadas en
la guerra callejera, intentando sobrevivir hasta que el reloj marque el cierre
de la purga anual.
Todo suena interesante y llamativo desde la imaginación; no obstante,
las sensaciones cambian a medida que el relato toma forma y avanza. La secuela
pedía a gritos una cuota mayor de salvajismo, de crudeza, y si bien de ello se
ocupa su director, nunca es suficiente cuando las escenas van perdiendo
credibilidad por sus absurdas y cuestionables determinaciones.
Quizás no sería totalmente acertado clasificar la cinta dentro del
género de terror, puesto que esta edición está abocada más al thriller, a la
acción y a un suspenso que, lamentablemente, se torna cada vez más anunciado y
menos alarmante de lo que se podía suponer.
The Purge: Anarchy es distinta pero a la vez similar a la proyección que ofició de
apertura. Encuentra las mismas buenas intenciones que su precursora, esas con
las que, también aquí, se estampa cuando son mal llevadas a la práctica.
LO MEJOR: Frank Grillo. El inicio, algunas secuencias de acción.
LO PEOR: resoluciones cuestionables, ridículas. Pierde fuerza de la mitad hacia
el final.
PUNTAJE:
5
No he vito esta película, pero vi la anterior y me parece lo que a ti.
ResponderEliminarEs una lástima que con una idea tan interesante vuelvan a cometer el mismo error en las determinaciones de sus escenas que en la entrega anterior
EliminarUna lástima la anterior, pintaba para algo más de lo que terminó siendo! Y esta segunda entrega apunta hacia lo mismo, otra idea buena desperdiciada!
ResponderEliminarEs eso: una muy buena idea desaprovechada. Me gustó un poco más que la anterior de todos modos
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