El gusto por la melancolía
Lenny Abrahamson dirige esta alocada comedia dramática con tintes musicales, poseedora
de un tráiler disparatado, fresco y, como mínimo, llamativo. Frank despierta curiosidad desde su
póster y la acrecienta con su adelanto. Ver a un sujeto que utiliza todo el
tiempo una particular cabeza de cartón y que no se la quita por nada eleva la
sensación de intriga en el espectador. Y es precisamente por el delirio propio
de la película que sucede y se crea esa situación como la más estrambótica para
su punto de partida.
Jon (Domhnall Gleeson) es un
muchacho solitario que aspira a convertirse un día en un gran músico. Su
principal problema se encuentra a la hora de escribir una canción, siempre se
queda a mitad de camino (o a principio de él). Su vida da un cambio cuando se
une a una estrafalaria banda pop, en donde cada uno de sus integrantes no
parece estar muy dentro de sus cabales. Dicho conjunto se encuentra liderado
por Frank (Michael Fassbender), Clara
(Maggie Gyllenhaal) y Don (Scoot McNairy).
La película saca provecho de sus virtudes en lo que concierne al
arranque, al primer tramo del relato. En cuestión de quince minutos todo lo que
transcurre se percibe agradable, magnético y sumamente simpático. Esa simpatía
viene por el flanco de la comedia; a partir de un humor espontáneo y alejado de
lo común, las secuencias enlazan y sacan a relucir una buena cantidad de
sonrisas en el observador. A medida que el asunto avanza, la profundidad va
ganando terreno en la narración, descuidando un poco el costado cómico,
desmigajándolo casi inconscientemente hasta volcarse prácticamente por completo
a la melancolía y a lo dramático. Y aquí mucho que ver tiene la desazón o los
altibajos propios de los personajes que se ven involucrados en la cinta. Si bien
es interesante y quizás hasta necesario que se ahonde en las sensaciones
encontradas y en los cambios en cuanto a estados de ánimo que sufren los participantes,
la manera en la que dichos eventos adquieren sentido se expande cada vez más
desde lo delirante o desvariado y menos desde una combinación con lo gracioso.
Frank porta
casi constantemente la apariencia de que la historia guarda un mensaje de
aflicción y de valor que está dispuesto a ser desempolvado para presentarlo en
su desenlace, siendo éste uno de los factores con los que el film termina
dejando una apreciable impresión o huella en el público.
LO MEJOR: lo original que supone la idea en sí. Rara, disparatada y diferente a
lo habitual. Buenos momentos de humor al comienzo. Profunda.
LO PEOR: en ciertos pasajes se enfoca demasiado en lo delirante, perdiendo
poder de conexión.
PUNTAJE: 7
Jeje me causa mucha gracia esa máscara, interesante tu crítica, la veré!
ResponderEliminarEs delirante y muy original, distinta. Graciosa y melancólica a la vez
EliminarOh. Interesante.
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