domingo, 14 de septiembre de 2014

Sin City 2: Una mujer para matar o morir - Crítica



Atracción fatal

Tras nueve años de la primera entrega que, como mínimo resultó llamativa, una nueva edición emerge a las salas y con ella renace la expectativa de la misma forma en que aparecen las dudas y los cuestionamientos. Mantener el nivel de su predecesora resulta una tarea sumamente difícil; de hecho son contadas las veces en las que una segunda parte ha podido superar a su pieza anterior. Aún con intermitencias y con momentos en los que parece olvidar sus limitaciones, Sin City 2: Una mujer para matar o morir completa una aceptable performance, conservando algunos trozos de lo bueno que supieron cimentar Robert Rodriguez y Frank Miller en la precursora.
En esta oportunidad, Dwight (aquí desde la encarnación de Josh Brolin), seducido, manipulado y traicionado por Ava Lord (una cautivante Eva Green), intenta ajustar cuentas con ella. Nancy acumula sed de venganza y Johny se propone aniquilar al villano más despreciable de Sin City.


No hay nada para reprocharle al film en términos técnicos; la imagen lúgubre y desolada de la ciudad sigue vigente y firme bajo ese sugestivo y estimulante trabajo de fotografía. El clima de cine noir almacena el estilo siniestro de lo que fue la apertura, hace casi 10 años, apostando fuerte a ese aspecto en el que más favorecida sale la proyección.
Vale destacar la inclusión de Joseph Gordon-Levitt, actor que revitaliza un poco la cuestión construyendo un personaje de apariencia y mirada segura, que no se achica ante ningún individuo que se le interponga en su camino. El joven director y protagonista de Don Jon le añade frescura al film y posiblemente el capítulo en el que presta su presencia sea de los más atrayentes.
Más allá de lo irregular y de a ratos poco conectora que se hace Sin City 2: Una mujer para matar o morir, la obra acierta en cuanto a la duración, apenas sobrepasando la hora y media, desestimando así la posibilidad de recaer en rellenos que terminen haciendo el asunto más denso de lo previsto.
Féminas atractivas y armadas hasta la médula sobran en esta segunda porción; Eva Green acaba siendo la más provocadora. Decapitaciones, balazos y salpicones de sangre no le faltan, aunque por momentos dé la sensación de que se recae en más de lo mismo o en la reiteración innecesaria y poco sorpresiva que infiere la violencia en sí en la pantalla.
Sin City: A Dame to Kill For triunfa cuando vemos en acción a esa mole que no le teme a nada que compone nuevamente con solvencia Mickey Rourke. También saca unos puntos extra con el aporte de Gordon-Levitt, aunque lejos queda su esencia de aproximarse a la notable primera edición.

LO MEJOR: la fuerza visual, intacta. La aparición de Gordon-Levitt y Eva Green.
LO PEOR: no aporta demasiado en materia de novedoso. Las historias no tienen el mismo poder de enlace que en el film anterior.
PUNTAJE: 6




Recordando a Sin City


En 2005 tuvo lugar esta esperada adaptación del cómic de Frank Miller que acabó convirtiéndose en un gran clásico y exponente del cine negro. Sin City para muchos ha sido algo lenta o perezosa en su desarrollo, algo indiscutible dado que no se trata de un film dotado de un ritmo avasallante; tampoco es lo que ha buscado y no tendría el mismo sentido si hubiese poseído un fuerte dinamismo. La obra de Robert Rodriguez y Miller (que se valió de la participación como director invitado de Quentin Tarantino) se caracterizó por una puesta en escena de una potencia visual magnífica, una suerte de halago para la óptica humana. Imágenes bañadas de un valor estético preciosista fusionadas con ambientaciones apagadas, sombrías, lluviosas, siempre acorde a una serie de acontecimientos de un nivel de podredumbre importante y variable, en términos morales y de corrupción.


Tres historias en las que cada sujeto tiene un vínculo firme y estrecho con alguna mujer en cuestión. Una atadura que funciona en cada caso como motor o empuje a la hora de llevar a cabo acciones vengativas, de redención, algunas más bestiales y salvajes que otras.
Un reparto amplio en el que se lucieron Mickey Rourke, Bruce Willis y Cliwe Owen, y en el que además participaron Rosario Dawson, Jessica Alba, Benicio Del Toro, Elijah Wood, Josh Harnett y Michael Madsen, entre otros. Cada episodio tiene un caudillo que relata sus sensaciones, sus pensamientos y sus travesías. Una narración casi poética a tono con la calidad de las láminas fundidas en ese blanco y negro sutil y refinado en el que cada tanto se cuela algún retazo de color.


Sin City ha llamado la atención y ha trascendido principalmente por la elegancia propia que adquiere desde lo visual y por la cantidad de figuras que se predispusieron a formar parte de ella. Una ciudad sórdida, melancólica, donde los burdeles copan las calles y la sensualidad de las mujeres se entremezcla con su coraje. Violenta y distinta, aunque no para todos los gustos, se ha convertido en una más que interesante y memorable propuesta.


PUNTAJE: 7,7

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