Disparatado entretenimiento
El universo de Luc Besson no
es para todos los gustos. El francés que fue más reconocido por las masas por productos
como Leon y El Quinto Elemento,
no venía concibiendo proyecciones netamente convincentes. Aquí, con Lucy, desparrama sobre la mesa unas cuantas
fichas sobre esta propuesta tan entretenida como desfachatada. Lógicamente,
funciona mucho mejor para quienes bancan la parada y se identifican con el
peculiar estilo del director.
La acción y la ciencia ficción se entrelazan al servicio de una película
que se pasa rápido por su corta duración y por su agilidad a la hora de plasmar
los acontecimientos a la pantalla. Lucy (Scarlett
Johansson), es obligada a transportar una bolsa de drogas plantada en su
abdomen. El punto de inflexión se da cuando el embalaje se rompe y los narcóticos
se ponen en contacto con su organismo, permitiendo que Lucy comience a
desarrollar, progresivamente, poderes sobrenaturales asociados a una
utilización del cerebro cada vez más superior al común que implica sólo el 10%.
El film nos enlaza rápidamente con un arranque dotado de adrenalina. Entre
medio de cada secuencia, pequeñas muestras de locura cinematográfica comienzan a
asomar, previniendo o quizás avisando al espectador lo que luego puede llegar a
emerger con mayor fuerza, con ráfagas de alboroto y desconcierto. A medida que
avanzan los minutos y cuanto más poder adquiere la figura central, Lucy gana en entretenimiento pero
pierde, en instancias, por su previsibilidad.
Besson acierta cuando monta un relato en el que es mejor no ahondar en
explicaciones profundas que intenten fundamentar la mutación y lo que va
experimentando el personaje de Johansson.
Existen momentos en los que el realizador pierde el control y se va por las
ramas, apelando a una serie de eventos en los que prima el sinsentido. Es allí
donde esta suerte de ilógica no encuentra aclaración o clasificación posible ni
siquiera desde algún tipo de simbolismo. Sin embargo, el francés es consciente
de ello y utiliza esos elementos de naturaleza indescriptible en pos de un espectáculo
anodino y meramente orientado hacia el esparcimiento, permitiendo así que el
observador simplemente se deje llevar y no se detenga demasiado en poner la
mente en funcionamiento.
Vale destacar la gran actuación que lleva a cabo Scarlett, primero como una simple mujer que no sabe en qué la han
metido y luego, con el rotundo cambio, como una especie de máquina que arrasa
con todo lo que se tope en su camino (mención especial a la vertiginosa escena
de autos).
Lucy acaba
resultando una película que mantiene, en líneas generales, la dinámica.
Delirante y disparatada, se mueve bien en el ámbito de la distracción
llevadera, en donde la acción también encuentra ciertas pizcas de humor como un
componente aliado.
LO MEJOR: entretenida, despreocupada. Se pasa rápido. Scarlett Johansson, de muy buen papel.
LO PEOR: cuando el delirio se extiende un poco más de la cuenta.
PUNTAJE: 6,7
Me parece que es como decís vos: no creo que la película me vuele la cabeza, pero debe ser entretenida. ¡Me la agendo! Eso sí, la trama es misteriosamente similar a "Akira", por lo que veo. No hubo mención a Morgan Freeman en la película... ¿será que está medio pintado?
ResponderEliminar¡Un saludo!
Lo bueno es que más allá del delirio y lo flashera que es, la peli es consciente de ello y lo lleva sin prejuicios, de forma entretenida. Yo le vi digamos un aire, en la idea, a Limitless, con Bradley Cooper.
EliminarSaludos!