A cara de perro
Cuatro Oscar se llevó por aquel entonces Unforgiven (Los imperdonables),
entre ellos el de mejor película y el de mejor director. Un western inolvidable
a cargo de Clint Eastwood, también
protagonista, y escoltado por un reparto dotado de grandes personificaciones
como las de Gene Hackman (enorme
actuación como un sheriff vil, odioso) y Morgan
Freeman.
En esta oportunidad, Clint,
con su particular ceño fruncido, encarna a William Munny, un pistolero viudo
padre de dos niños. Un hombre que supo hacer todo tipo de trabajos sucios
vinculados a su pasado como sicario. El destino lo vuelve a poner al ruedo
cuando un jovencito lo va a buscar, conociendo su oscuro historial, para que lo
acompañe en un encargo cuyo objetivo son dos vaqueros que le cortaron la cara a
una prostituta.
No hay síntomas de pesadez ni de aburrimiento durante las dos horas de
metraje de Unforgiven. Todo
transcurre y es narrado bajo un ritmo ameno, disfrutable, en donde cada diálogo
permite ir elaborando y construyendo una idea de cada personaje. Reflexiones,
valores, códigos de amistad y acertadas secuencias en las cuales los tiroteos y
los enfrentamientos se asocian con la tensión forman parte de algunos de los
componentes que priman en la proyección. Pero lo más atinado y apreciable
radica en la desmitificación del héroe que Eastwood
expone en pantalla al evidenciar, en la narración, que ninguno que se presente
como bueno esencialmente lo es, al acarrear manchas o eventos salvajemente desafortunados
en su haber.
A pesar de la enmarcación de William Munny como el sujeto elegido a la
hora de la venganza, o aún tras su alejamiento del alcohol y de toda encomienda
(por algunos años) que tenga que ver con la matanza, o incluso más allá de la empatía
que el observador pueda tener con él, sus antecedentes son repudiables,
injustificables. Imperdonables, de eso se trata.
Sangre fría, pulso firme, culpas y una hombría que parece medirse,
desde la leyenda (acertadamente rebajada) que avale como más valeroso a todo
aquel que haya sabido cargarse a unos cuantos a puros balazos. Unforgiven aborda todo eso y se percibe
de manera aún más profunda. Un western en el que las fábulas acerca de hazañas
cometidas por figuras llevadas a la gloria como paladines pueden resultar más grandilocuentes
dependiendo de quién las cuente. Una cinta memorable, imprescindible, en donde
la inocencia no obra como denominador común en ninguno de los sujetos ni mucho
menos.
LO MEJOR: las actuaciones de los tres personajes principales. La historia y el
modo en que se cuenta, con profundidad incluso aún tratándose de un relato de
tipos recios del oeste. La mano de Clint
Eastwood para abarcar todo desde la dirección y desde su encarnación.
LO PEOR: la presencia de tramos predecibles.
PUNTAJE: 8,8
Buenísima. De lo más disfrutable. El trabajo de este señor siempre me parece excelente.
ResponderEliminarSí, Silvia, Eastwood es un fenómeno. Su filmografía es exquisita, dirige realmente muy bien. Un western para ver mil veces
ResponderEliminarLa vi gracias a tu sugerencia. Eastwood director no lo aguanto (creo que sea uno de los mas sobrevaluados de la historia de hollywood, una mente muy pero muuuy simple hasta para un cow boy). Pero sí, absuelto de la complejidad y sensibilidad del mundo contemporáneo, los western le salen bien. :-) Muy divertida sobretodo el final.
ResponderEliminarMirá, pensé que podría ser de tu agrado Eastwood como director... a mí me gusta mucho, de hecho Mystic River es una de mis películas favoritas. Sí, el final es muy entretenido acá en Unforgiven, es un western impecable desde mi modo de verlo. Gracias por pasarte a comentar, AMF
Eliminar¡Vaya! Cada cabeza es un mundo. A mí me parece que Eastwood tiene una... tan clara comprensión de lo humano, que por eso no hace cosas complicadas.
EliminarSí, a mí también me encanta Eastwood, incluso siendo un tipo al que se lo acusa de rabiarse fácilmente sabe expresar con simpleza las emociones en sus films.
EliminarEs bueno el debate y conocer opiniones diversas, eso enriquece también