Extraños primeros planos
Iván Fund es el director de Me perdí hace
una semana, un film de apenas 70 minutos de duración que posee la
particularidad de resultar muy difícil de ser sometido a un análisis severo, no
porque lo que se exponga sea complejo ni mucho menos, sino por el modo de
manifestarse que posee el realizador a través de la cámara y de las escenas que
nos presenta.
La película apela a los silencios, a cabezas gachas y a miradas que
dan la sensación de abstraerse en la nada misma. Fund nos enseña distintos personajes que se relacionan o dialogan
sin demasiada trascendencia. Michi es un tarotista gay que ha perdido a su
perro. Probablemente los momentos de mayor calidez estén bajo su cargo, por su impronta,
espontaneidad y chispa para intentar sacar adelante secuencias en donde las
charlas parecen no dirigirse hacia ningún lado. Michi se conecta con la gente
que vive en su barrio. La inexpresividad de los personajes procura que
detectemos que cada uno de ellos no se siente netamente realizado.
Los primeros planos abundan, se hacen extensos y no le aportan mayor
profundidad al relato. No hay una trama definida, la proyección no busca
precisar una historia determinada sino ahondar en las relaciones
interpersonales. Lo que consigue Fund
es ganar realismo, puesto que cada una de las instancias que monta expresa la
cotidianeidad, los quehaceres y lo intrascendente que puede resultar una simple
cena, un despertar, o una caminata por los alrededores del vecindario. Lo mismo
ocurre en los diálogos; cada vez que observamos a los intérpretes sentados en
una mesa manteniendo una plática la impresión que tenemos es que alguien ha
dejado encendida la filmadora sin que los participantes se hayan dado cuenta de
ello, para registrar la ocasión. Sin embargo, pese a la elevada cuota de
naturalidad que acarrean los acontecimientos (muchos de ellos bastante
alargados), la narración no conduce hacia un puerto de enlace para con el
espectador, tornándose el asunto todavía más trivial.
LO MEJOR: los momentos del personaje de Michi.
LO PEOR: film frío, lento, manso y que se hace pesado a pesar de su corta
duración. Diálogos que no conducen hacia ninguna parte.
PUNTAJE: 3
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