Juego de niños
Cop Car, la propuesta de Jon Watts
(director de Clown), contiene la
pausa, el tono y el relajado andar que suele caracterizar, entre otras cosas, a
muchas obras de cine independiente. Se trata de una pieza pequeña pero
efectiva, revitalizada por la presencia que presta el siempre cumplidor Kevin Bacon. Diferente habría sido el
resultado de la cinta (y el interés del espectador en verla) si no estuviese el
mencionado actor como aliciente más destacado, en el protagónico y como cara
visible del póster de la película.
La historia comienza enseñándonos cómo dos pequeños matan el tiempo
caminando por los solitarios sitios de un pueblo, dando rienda suelta a lo que
se desprenda de sus mentes aventureras. Todo parece inocente, agradable, hasta
que encuentran un coche de policía aparentemente abandonado y deciden subirse
para dar una vuelta. A partir de ese punto de inflexión y principalmente cuando
el guardia (Kevin Bacon) descubre que
su vehículo no está donde lo había dejado, las cuestiones se van tornando más
tensas.
Lo interesante de Cop Car
radica en el hecho de cómo se pueden complicar las cosas abruptamente desde lo
que en teoría podría describirse como una simple travesura de niños. Los
jovencitos, a su temprana edad, sólo quieren divertirse y fantasear con que
manejan un auto, sin tomar verdadera conciencia de lo que están haciendo. El
asunto se vuelve más problemático a medida que vamos conociendo el
comportamiento del sheriff, quien se encarga de realizar una persecución cada
vez más aguda.
Jon Watts demuestra sus dotes como director a través de un elogiable manejo de
cámara, regalándonos una buena cantidad de planos interesantes al servicio de
una especie de thriller rural que con el correr de los minutos gana puntos,
tanto en la rigidez del relato como en entretenimiento.
Cop Car conserva la intriga acerca de cómo puede llegar a resolverse el
embrollo en el que se metieron los pequeños, así como también juega con acrecentar
el suspenso al guardarse algún que otro giro sencillo pero funcional a todo
aquello que complique, todavía más, los acontecimientos.
A pesar de la escasa duración del film (menos de hora y media), queda
la sensación de que la historia pareciese propia de un corto antes que de un
largometraje. Tal vez hacia el desenlace, se palpa una cierta dificultad para
darle un cierre conciso y convincente a la obra.
LO MEJOR: entretenida. La idea original en sí. El rol de Bacon.
LO PEOR: una propuesta menor que no termina siendo explotada por completo.
PUNTAJE:
6,2
No la tenía, parece una película entretenida para pasar el rato. Saludos
ResponderEliminarInteresante, llevadera y dura poco. Para pasar el rato, como decís, va bien
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