jueves, 20 de noviembre de 2014

Homefront - Crítica



El protector

Jason Statham se ha convertido en uno de los máximos exponentes del cine de acción contemporáneo. En cada film que le toca protagonizar da la sensación de realizar el mismo papel, el de tipo duro, demoledor, ese al que provocan (a veces innecesariamente como aquí en Homefront) y que responde con una dosis aleccionadora de golpes y tomas variadas.
En esta oportunidad, bajo dirección de Gary Fleder y con guión de otro gran ícono en el género como Sylvester Stallone, nuestro protagonista encarna a un ex agente de la DEA que, tras un paso no del todo certero en su última misión encubierta, decide alejarse del vértigo que le suponía dicha labor para comenzar una vida tranquila junto a su hija.
Homefront funciona mejor para todos aquellos seguidores del recio estilo de Statham aunque, a decir verdad, no se trate de una de las mejores proyecciones en que haya participado ni mucho menos. La historia, portadora de una introducción llevadera y amena, comienza a evidenciar algunas falencias en cuanto al ritmo elegido para exponer las situaciones que se desarrollan. A cada evento que se haya valido del impulso otorgado por una mínima bocanada de tensión, le sigue un declive notorio que hace que la narración avance a trompicones. La apelación a ciertas pinceladas de drama se siente algo forzada, topándonos con instancias que en su afán de añadirle desdicha al relato resultan poco pulidas. Este es un elemento que le juega en contra y le quita fuerza de enlace al asunto.


La película propone como punto de inflexión la venganza en un pueblo cuyos habitantes se rigen o se mueven por el enfado y el deseo de redención. James Franco oficia como villano de turno construyendo un personaje que se hace odiar rápidamente pero, si bien redondea una aceptable performance, no contagia de lleno al espectador. Las miradas se las lleva Statham, como en cada film que encabeza, siendo el encargado de defenderse de manera avasallante, repartiendo golpizas por doquier.
Homefront cuenta con una trama sencilla y poco novedosa que encuentra sus mejores formas cuando se aboca de lleno a las escenas más punzantes y de mayor éxtasis. Es en esos pasajes donde realmente se aprovecha la presencia del actor de Parker.
En líneas generales, se trata de una cinta de buen desempeño en lo que la define como ejercicio de acción, que lamentablemente sufre la opacidad que le otorga su intermitencia. Queda la sensación de que se podría haber exprimido un poco más la idea y entregar una aventura todavía más ágil.

LO MEJOR: Statham y los momentos de acción.
LO PEOR: irregular en su desarrollo. No aporta nada nuevo.

PUNTAJE: 5

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