Vivo per lei
El joven Xavier Dolan vuelve a demostrar su talento al frente de Mommy. La quinta cinta en la
filmografía del canadiense, quien siempre está al mando del guión y la
dirección de sus obras, deslumbra principalmente cuando la música se combina
con la fuerza emotiva de algunas de sus escenas.
Mommy inicia
con una placa que sirve como breve explicación de lo que ocurre en una Canadá
ficticia, caracterizada en cuanto a elemento de diferenciación primordial por
la aprobación de una ley que permite que los padres incapaces de controlar a
sus problemáticos hijos puedan internarlos en un centro especial. Diane “Die”
Despres es una madre viuda que decide educar por su cuenta a Steve, un
adolescente que padece ADHD, tornándose sumamente difícil de manejar por
lo desatado y violento que puede mostrarse. Kyla, vecina de Diane, interviene
para ayudarla.
El “enfant terrible” llama la
atención no solo en lo que concierne a su modo de filmar, sino también en lo
que respecta a la dirección de actores (el trío principal redondea una
performance excelente). El realizador de Les
amours imaginaires opta por un formato cuadrado bastante peculiar de modo
que el espectador no se distraiga con elementos externos que ocupen lugar en
los escenarios. Es así como Dolan, a
través de este formato, prácticamente nos obliga a enfocarnos de lleno en los
protagonistas y en sus expresiones.
A veces genial y a veces algo
pretencioso, el canadiense nos regala un par de secuencias emotivas y
brillantemente combinadas con un soundtrack que acompaña, contagia y a la vez
eleva el grado de enlace del observador con el film (mención especial al pasaje
en el que suena Wonderwall de Oasis). El nacido en Montreal sabe cómo
saltar de un estado a otro y conseguir que el público experimente una variedad
de sensaciones entremezcladas y cambiantes, pero también suele pecar cuando da
la sensación de que se enamora de sus productos, excediéndose o extendiendo
peligrosamente los momentos en lugar de cortarlos a tiempo.
Mommy contiene
referencias y detalles variados. Algunos de ellos resultan más detectables que
otros (como sucede con el tema Vivo per
lei en la secuencia del karaoke). Es factible que a la película le sobren
algunos minutos y unas pizcas de histeria (de a ratos puede llegar a irritar),
no obstante, se percibe sumamente intensa, opresiva y distinta, prestándose a
debate y saliendo airosa al ser poseedora de mayor cantidad de elementos
positivos que negativos.
LO MEJOR: las interpretaciones del
trío protagónico. Con importantes niveles de intensidad. Polémica, ideal para
debatir.
LO PEOR: da la sensación de que le sobra metraje.
PUNTAJE: 7
No me llaman este tipo de películas, debe ser muy buena, pero no me sentaría a verla.
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