Sylvester Dean Anderson
Nostalgia. El director sueco de El
Rito se jacta de reunir a dos enormes héroes del cine para construir un
thriller carcelario pochoclero, poco pretencioso y con mucha acción dotada de
buenos guiños ochentosos.
El enfoque está puesto principalmente en lo que puedan ofrecer en cada
participación los buenos de Arnold y Sylvester. La historia, sin ser
rebuscada ni mucho menos, peca de a ratos por su inverosimilitud, especialmente
en determinaciones que lo vinculan a Stallone
como si fuese una especie de Macgyver
musculoso y venoso. Es que en Escape
imposible, el ícono de Rambo interpreta
a un experto en salirse con las suyas para fugarse de todo tipo de prisiones, hasta
que se halla envuelto en el mayor desafío de su vida, al ser secuestrado y
llevado a una cárcel de tecnología y seguridad superiores a cualquier otra.
Allí comienza a hacer migas con un recluso respetado en el establecimiento, el
gran Schwarzenegger.
Destacable resulta el ritmo que posee el film. No decae un solo minuto
y no da lugar alguno al más mínimo esbozo de pestañeo o bostezo. Las
situaciones y los personajes colaboran a la hora de hacer pasar un rato
agradable al observador, sobre todo a aquel fanático de todo producto dinámico
en donde los enfrentamientos y los acontecimientos se vayan dando por sí solos
sin dejar demasiado espacio al uso del razonamiento.
Escape imposible sí que se deja ver. Tampoco acaba siendo una obra imprescindible,
imperdible. También es cierto que si no fuese por la presencia de los dos sacos
humanos de masa muscular que marcaron épocas en el cine, el resultado hubiese
sido bastante peor. A fin de cuentas, una proyección disfrutable, divertida y
hasta con alguna vuelta de tuerca que vale la pena remarcar.
LO MEJOR: pochoclera. Arnold y Sylvester. Se pasa rápido por su ágil
narración.
LO PEOR: determinaciones poco creíbles, casi fantasiosas. Curtis ’50 Cent’ Jackson y su poco aporte actoral, al que nos tiene
acostumbrados.
PUNTAJE: 6,5
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