Acción, efectos y punto
Esta última entrega de Guillermo
del Toro, director mexicano que supo destacarse por El Laberinto del Fauno, entre otras, nos permite visualizar una
historia de calce Hollywoodense orientada a una temática bastante abordada
últimamente: la peligrosidad del fin del mundo a manos de extravagantes
criaturas que no hacen más que ocasionar destrucciones y asolaciones de
ciudades enteras en tan solo cuestión de minutos.
En Pacific Rim
hay mucho del clásico estereotipo de film japonés inclinado al
enfrentamiento entre una suerte de robots manejados por seres humanos. Aquí, estos
androides enormes denominados Jaegers parecen ser la única alternativa de
defensa ante los invasores Kaijus, unos estrafalarios y gigantes monstruos
bastantes duros de roer.
Interesante resulta el aspecto humano resaltado en
los pilotos en cuanto a la conexión o lazo que debe unirlos para combinar
fuerza, músculo y destreza en el combate; mientras que del lado “fofo”,
pensante y cerebral encontramos a dos nerds científicos tan impulsivos como
competitivos que aportan el costado carismático y levemente humorístico a la
narración (Charlie Day y un
excelentemente caracterizado Burn Gorman).
De trama sencilla y sin la contribución de nada
sorprendente o llamativo, Titanes del
Pacífico goza de unos FX que, si bien son formidables, no logran impactar
netamente al espectador. Se abusa, como se esperaba, de la devastación indiscriminada
de edificios, autos y todo aquello que esté en el camino del urbanismo propio
de cada ciudad.
Entretenida aunque en su incursión final algo pesada
por su previsibilidad, la cinta no logra ocasionar estados de suspenso y
tensión dignos de devorarnos las uñas. Así y todo, aprueba gracias a su
atractivo reparto actoral y a algunas que otras buenas secuencias de batalla.
LO MEJOR: los científicos, efectos.
Se agradece la pequeña participación siempre bienvenida de Ron Perlman.
LO
PEOR: no sorprende, no tensiona, no ofrece nada nuevo. Se
hace extensa.
PUNTAJE: 6
A mí tampoco, creo que es más de lo mismo en lo que respecta a la acción y demás. Tiene sus momentos entretenidos y destaco la calidad estética del film, pero nada que no hayamos visto.
ResponderEliminarSaludos!
Palomera, pues.
ResponderEliminarExacto, para el cine pero no deja nada extra para recordar.
EliminarGracias por la información.
ResponderEliminarAl contrario, gracias a vos por visitar el blog.
EliminarHola, Juan Vicente.
ResponderEliminarBuena apreciación! Destaco, también como mencionás, la caracterización de Gornman, realmente Burn construye muy bien su personaje.
La necesidad técnica de incluir dos pilotos es nula, hay más bien un intento por generar y mostrar química entre el dúo que manejará el Jaeger, e ir cimentando, de paso, un costado romántico a la pareja en cuestión.
Lo de la espada, sin comentarios, jaja.
Gracias por comentar! Saludos!