lunes, 18 de marzo de 2013

The Master - Crítica



Extravagantísimos y densos pasajes que hipnotizan al espectador

The Master es una película sumamente particular, rarísima como pocas. Resulta difícil realizar una crítica objetiva sobre ella, dado que cuenta con puntos brillantes, majestuosos, como lo son las actuaciones de Joaquin Phoenix y de Philip Seymour Hoffman; pero a la vez contiene un ritmo tan manso y a veces soporífero y confuso que genera miles de dudas a la hora de analizarla.
El film aborda un tema interesante como es el de la cienciología, algo así como una organización religiosa que ofrece cursos de mejoramiento personal y autoayuda a niveles elevados. Opera transportando a las personas hacia un pasado, invitándolas a un viaje imaginativo que les permita recordar o idear eventos antiquísimos, con el supuesto de que al volver de ese estado casi hipnótico el sujeto libere ciertos malestares, sintiéndose mejor.
De trasfondo, un postulado o una reflexión acerca de cómo ciertos hombres vagabundean sin rumbo ni sentido de pertenencia hacia ningún sitio, esclavos de su soledad y de sus conductas bestiales e inadaptadas. A pesar de estar ambientada en los años ´50, The Master parece tener una lectura atemporal y cuenta con la peculiaridad de contener y enseñarnos una relación que trasciende lo que podría entenderse como un vínculo entre padre e hijo o entre amo y esclavo, más bien definido por su director como “una historia de amor entre dos hombres, casi como el amor de sus vidas”.


Un drama que flota sobre una atmósfera densa, repleta de escenas tortuosas pero con la extrañeza de mantener una cierta expectativa por conocer qué demonios está sucediendo y cómo culminará todo. Quizás pidamos, de a ratos, que la película termine de una buena vez, pero cuando sentimos que se aproxima el final, es probable que nos invada la imperiosa necesidad de solicitar que lo que se resuelva sea lo más esclarecedor posible para que no queden cabos sueltos en la historia y nuestra mente pueda elaborar una conclusión certera.
Difícil de puntuar, The Master puede pertenecer al conjunto de esos films en los que el espectador termina de ver y necesita buscar información adicional en internet, datos que le sirvan para acomodar sus ideas y establecer una reflexión concisa que lo saque de un estado puro de incertidumbre. Con puntos negativos y positivos, claramente no es para todos los gustos y es factible que genere encantamiento en algunos y rechazo total en otros, sin grises.

LO MEJOR: las magníficas actuaciones de los protagonistas. Phoenix ha hecho quizás el mejor papel de todo el 2012. Lo interesante o hipnótica que puede resultarnos de a ratos.
LO PEOR: por momentos confunde, hace rezongar al espectador. Grosera innecesariamente, muy larga. Escenas bastante pesadas.
PUNTAJE:

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